Viene de: Funcionamiento del sextante (Clase 50)
Para lograr que las mediciones efectuadas con nuestro sextante tengan un alto grado de precisión, es necesario que este se encuentre correctamente calibrado. En un sextante ideal, el anteojo debería ser perfectamente paralelo al plano del bastidor, mientras que los espejos tendrían que ser perpendiculares al mismo plano.
Ambos espejos, además, deberían quedar paralelos entre sí para una medición de 0o. Detallaremos a continuación las correcciones necesarias para despojar al instrumento de sus errores más frecuentes:
Perpendicularidad del espejo índice
Para una correcta rectificación del sextante, lo primero que debe hacerse es chequear que el espejo índice sea perfectamente perpendicular al plano del bastidor. Este espejo cuenta con un solo ajuste que permite regular dicha perpendicularidad. Para efectuar el ajuste debe procederse de la siguiente manera (Fig. 136):
1) Colocar la alidada del instrumento en una lectura de 40o o 50o aproximadamente.
2) Ubicar el sextante sobre una mesa de forma que quede lo más horizontal posible.
3) Colocarse de manera tal que con un ojo pueda observarse parte del limbo y parte de su imagen reflejada sobre el espejo índice. 4) Ambas imágenes del limbo, la directa y la reflejada, deben verse alineadas entre sí como si una fuese continuación de la otra. Si éstas forman un escalón, debe ajustarse hasta eliminar el error.
5) Este ajuste se efectúa moviendo el tornillo “T1” (ver figura No 131) que se encuentra en la parte posterior de dicho espejo.
Perpendicularidad del espejo del horizonte Al igual que el caso anterior, el espejo del horizonte debe ser también perpendicular al plano del bastidor. De no ocurrir que ambos espejos cumplan con dicha premisa, la imagen reflejada que veremos en el espejo del horizonte se verá desplazada lateralmente respecto de la imagen directa. El efecto óptico sería como el de observar una doble imagen (fantasma). Ya hemos ajustado la perpendicularidad del espejo índice, pasaremos ahora a ajustar el espejo del horizonte respecto de este último (Fig. 137):
1) Buscar a lo lejos algún objeto que contenga líneas verticales (una chimenea, un faro, etc.). 2) Regular el sextante en 0o de manera tal de ver a la imagen reflejada superpuesta con la imagen directa.
3) Mover en un sentido y en el otro el tornillo de regulación del nonio y comprobar que la imagen reflejada se mueve verticalmente alineada con la imagen directa.
4) Si eso no ocurre, debe ajustarse hasta lograr que ambas imágenes (directa y reflejada) queden perfectamente alineadas formando una sola imagen. Esto debe hacerse por medio del tornillo “T2” (ver figura No 131). Dicho tornillo moverá al espejo inclinándolo respecto del plano del bastidor, a fin de corregir su perpendicularidad. No confundir con el tornillo “T3” cuya función es la de eliminar el error de índice, como veremos más adelante.
IMGN
Paralelismo del anteojo
El eje óptico del anteojo debe ser perfectamente paralelo al cuerpo principal del sextante, si bien no existen tornillos para su calibración en todos los casos. De poder calibrarse, debe procederse de la siguiente manera:
1) Colocar el instrumento sobre una superficie plana.
2) Colocar el ojo de manera de observar a lo “largo del limbo” alguna línea horizontal ubicada a no menos de 15 metros de distancia. De no encontrar alguna, puede pintarse sobre una pared. Alinear el limbo visualmente con dicha línea inclinando el instrumento ligeramente hasta lograrlo, para lo cual pueden colocarse sobre su apoyo algunos suplementos improvisados.
3) Sin mover el instrumento, observar la línea sobre la pared a través del anteojo.
4) Si el anteojo se encuentra perfectamente ajustado, esta línea debería verse en el centro del campo óptico.
5) Si esto no ocurriese, se debe proceder a ajustar los tornillos de calibración, si es que los tuviese.
Error de índice
Podemos determinar de manera sencilla si una medición efectuada es correcta o padece de cierto error. Para ello bastará con medir un ángulo de 0o (cualquier objeto sobre sí mismo) y comprobar si la lectura coincide con dicha medición. Para que esto ocurra, ambos espejos (índice y horizonte) deberían quedar perfectamente paralelos entre sí cuando la alidada del sextante mide un ángulo de 0o. Si el valor leído no es igual a 0o, este error se trasladará al resto de las mediciones por igual y este será en definitiva el error de índice del sextante.
Dicho error puede corregirse de manera sencilla, o bien puede tomarse nota de su valor para luego sumarlo o restarlo (según sea el caso) a la lectura efectuada. Un error de índice de hasta 6’ es relativamente aceptable y no será necesario corregirlo, pero sí tenerlo en cuenta.
Para corregir el error de índice podemos proceder de la siguiente manera (Fig. 138):
1) Colocar la alidada del sextante y el tambor del nonio de manera tal que indiquen una lectura de 0o.
2) Observar el horizonte. Si el sextante no presenta error de índice, deberíamos ver ambas imágenes del horizonte (directa y reflejada) perfectamente alineadas.
3) Si ambas imágenes presentan un “escalón” entre sí, procederemos a ajustar el tornillo “T3” (ver figura No 131) hasta que ambas imágenes formen una sola línea. En este punto, ambos espejos han quedado perfectamente paralelos entre sí y se ha eliminado el error de índice.
Si decidimos no rectificar el error de índice del sextante, debemos al menos determinar su valor para luego corregir los valores de las lecturas efectuadas. Para hacerlo procederemos de la siguiente manera:
1) Colocar la alidada del sextante y el tambor del nonio de manera tal que indiquen una lectura de 0o.
2) Observar el horizonte.
3) Girar el tambor del nonio hasta lograr que ambas imágenes (directa y reflejada) z formen una única línea.
4) Leer el valor indicado en el sextante. Si este indica 0o 00’, no existe error de índice. Si el sextante indica cualquier valor distinto de 0o, este será el valor del error de índice que deberá ser restado o sumado a las siguientes mediciones. Ejemplo: Si el sextante indica 5’, quiere decir que cualquier medición que se efectúe en adelante tendrá 5’ de más, por lo tanto habrá que restarle 5’. En este caso, el error de índice será – 5’. Si por el contrario el sextante indica – 5’ (ojo: en el tambor del nonio se leerá 55’), habrá que sumarle 5’ a cada altura medida, por lo tanto el error de índice será ahora de + 5’.
Existe un procedimiento muy sencillo para eliminar simultáneamente el error de índice y el de perpendicularidad del espejo del horizonte. Recuérdese que dicho espejo se ajustaba una vez rectificado el espejo índice y a partir de este último. Para ello es preciso identificar una estrella de buena magnitud, la que utilizaremos para el procedimiento (Fig. 139):
1) Se coloca la alidada del sextante y el vernier de forma tal que indiquen una lectura de 0o.
2) Se observa la estrella elegida. De ser nulo tanto el error de índice como el de perpendicularidad, la estrella observada debería mostrar una imagen sin fantasmas.
3) Si esto último no ocurre, se procederá a calibrar el tornillo “T3” hasta que ambas “estrellas” se encuentren alineadas en altura. De este modo estaremos corrigiendo el error de índice.
4) Hecho esto, se regulará el tornillo de calibración “T2” hasta que ambas imágenes se superpongan horizontalmente.
Cuando se haya logrado que ambas imágenes (directa y reflejada) sean una sola, habremos eliminado simultáneamente los errores de índice y de perpendicularidad del espejo del horizonte.
Una vez efectuada la última de las correcciones, deberían volver a chequearse las anteriores y volver a calibrar de ser necesario.
De no ser posible corregir absolutamente todos los errores del sextante, es muy factible que este tenga algún defecto de construcción o que haya sufrido algún golpe. Algunos de los defectos más comunes son:
• El limbo no es perfectamente plano.
• La articulación de la alidada con el bastidor presenta cierto juego o corrimiento.
• Este defecto suele llamarse “error de excentricidad”. • Los espejos presentan deformaciones llamadas “prismatismos”, que no permiten su correcto ajuste de paralelismo y perpendicularidad.
• Los filtros ópticos pueden a su vez presentar prismatismos al igual que los espejos.
Estos defectos no pueden ser corregidos por el usuario y deben ser reparados, de ser posible en talleres especializados.
Continua en: Situación por dos o más Líneas de Posición (Clase 52)
Darío G. Fernández
Director del ISNDF
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