Viene de: Curso de Timonel: cabullería (clase 18).
Si bien la maniobra de fondeo se incluyó en este capítulo, bien podría haberse incluido en el de seguridad, dada la importancia que esta tiene en determinadas circunstancias. Es muy probable que no se le otorgue el valor que realmente merece, tanto a la maniobra de fondeo como a los elementos que se requieren para su ejecución (ancla, cabos, cadena, etc.), sino hasta después de verse sorprendidos por alguna situación de emergencia.
Saber fondear, tener la maniobra de fondeo siempre dispuesta a ser ejecutada y contar con los elementos adecuados para tal fin, será la diferencia entre poder descansar plácidamente en algún puerto o al socaire de alguna isla, o permanecer despierto durante toda una jornada debido a que nuestro barco no permanece en su sitio.
En toda maniobra de fondeo existe una serie de factores a tener en cuenta, los que influirán de manera directa en el éxito o fracaso de la misma:
- El ancla: Es de suma importancia a la hora de fondear que el ancla elegida sea la adecuada para las dimensiones del barco, pero fundamentalmente para el tipo de fondo existente. No es lo mismo fondear sobre arena o fango que sobre algas, gravilla o roca.
- La línea de fondeo: La longitud y el tipo de la línea de fondeo dependerán del desplazamiento de nuestra embarcación y de la profundidad del lugar elegido, así como también de las condiciones de viento y marea reinantes.
- La elección del fondeadero: De la elección de un buen fondeadero va a depender el que la tripulación pase una noche sin sobresaltos. Aquí se tendrá en cuenta no solo el tipo de fondo del lugar, sino ade- más el reparo que allí se tenga de los vientos predominantes en la zona.
- La maniobra: La maniobra debe llevarse a cabo correctamente, comprobando posteriormente que no se produzca el “garreo” del ancla (situación en la que el ancla no queda debidamente sujeta al fondo y el barco se desplaza). De ocurrir, debe realizarse nuevamente toda la operación.
El ancla: sus tipos y partes
El ancla es el instrumento que, unido a una línea (cadena o cabo), es arrojado al agua para retener al buque en el lugar e impedir que sea arrastrado por corrientes y vientos. El anclapuede ser de hierro, aluminio o acero y existe una amplia gama de modelos que cubren todo el espectro de necesidades de los barcos modernos:
Ancla de cepo o Almirantazgo: Es la clásica ancla de los barcos antiguos, cuya fuerza de agarre reside fundamentalmente en su peso. Posee buen agarre en fondos duros, pero dado su tamaño resulta difícil de estibar en embarcaciones menores. Posee un cepo que, como se verá más adelante, obliga a que el ancla gire sobre su eje permitiendo que una de las uñas se clave en el fondo.
Ancla de arado o CQR: Diseñada por Sir Geoffrey Taylor en 1933, se ha convertido en una de las anclas más utilizadas por los navegantes de crucero por su facilidad de estiba y buen agarre en fondos de fango y arena. No es recomendable para fondos rocosos. Junto con la Danforth, una de las más utilizadas en el Río de la Plata.
Ancla Bruce: Muy similar a la anterior en cuanto a sus propiedades de agarre, aunque por su tamaño resulta de estiba más dificultosa.
Ancla Danforth: Aunque no tanto como las anteriores, tiene buen agarre en fondos de arena y fango. Esta característica, sumada a su poco peso y facilidad de estiba, hace que sea muy utilizada en la zona del Río de la Plata.
Ancla de Rezón: Ancla muy útil para embarcaciones pequeñas ya que, si bien posee poco poder de sujeción, es de fácil estiba por tener uñas retráctiles.
Partes del ancla
- Caña: Cuerpo principal del ancla. Parte comprendida entre la cruz y el arganeo.
- Cruz: Punto en el que se unen los brazos y la caña.
- Brazos: Cada una de las partes iguales del ancla que terminan en una uña.
- Uña: Extremo o punta de cada brazo del ancla. Conocida antiguamente como “pico de loro”, la uña cumple la función de introducirse en el fondo marino permitiendo el agarre del ancla.
- Arganeo: Aro o argolla de hierro u otro material que va inserto en la extremidad de la caña del ancla. Puede girar en el orificio de la caña por el que está pasado, y se fija a la cadena por medio de un grillete.
- Cepo: Varilla metálica que atraviesa la caña en forma perpendicular cerca del arganeo. Solamente utilizado por el ancla almirantazgo o por otras con cierta antigüedad. La función del cepo es la de forzar al ancla a voltearse lateralmente, permitiendo de este modo que una de las uñas se introduzca en el fondo. Las anclas modernas carecen de cepo.
Línea de fondeo y elección del fondadero
El material a emplear en la línea de fondeo dependerá, fundamentalmente, del lugar que dispongamos a bordo para su estiba. Como se verá a continuación, sería mucho más apropiado que nuestra línea de fondeo fuese de cadena en su totalidad; pero esto implicaría ocupar un gran espacio, además del peso que sumaríamos a nuestra embarcación. Si se decidiese armar una línea de fondeo con cabo, es preciso saber que la curva catenaria obtenida no sería la correcta y que la sujeción resultaría precaria. Una opción intermedia, adoptada por gran cantidad de navegantes deportivos, consiste en una combinación de ambas, colocando una cantidad de metros de cadena a continuación del ancla y finalizando la línea con cabo de nylon. Como se sabe, el ancla consigue su máximo agarre cuando la tensión aplicada es horizontal. Por esa razón la cadena brindará a la línea de fondeo mayor sujeción, dado que esta se hunde hasta el fondo mientras que el cabo flota traccionando sobre el ancla en forma oblicua.
La combinación antes mencionada, entre cabo y cadena, mejora la “curva catenaria” y permite llevar a bordo una línea de mayor longitud (Fig. 49).
Respecto de la longitud de la línea de fondeo, se puede decir que en condiciones climáticas favorables debería largarse un mínimo de cinco veces la profundidad del lugar, pudiendo ser un poco menor si la línea es de cadena en su totalidad. En caso de fondear con mal tiempo, es aconsejable que la línea de fondeo tenga como mínimo un largo de ocho a diez veces la profundidad. Al igual que el caso anterior, el largo puede reducirse si contamos con cadena.
En reglas generales, podría decirse que lo conveniente sería largar la máxima cantidad de línea posible, pero es conveniente tener en cuenta un pequeño obstáculo: el círculo de borneo.
Como es de esperar, nuestro barco girará o “borneará” alrededor del ancla cuando las condiciones de viento o corriente se modifiquen. Para ello es preciso que, a la hora de largar cabo, verifiquemos que todos los obstáculos o barcos cercanos queden fuera del círculo de borneo, a fin de evitar colisionar con los mismos. Cabe destacar que, de haber otros barcos en igual situación, todos bornearán en el mismo sentido.
La elección del fondeadero
Una de las precauciones a considerar, al momento de elegir el lugar donde fondear la embarcación, es la de tener en cuenta los vientos predominantes en la zona y las corrientes marinas del lugar. Debería consultarse además el parte meteorológico, en función del cual se escogerá el sitio que brinde más resguardo según su configuración geográfica. Es muy importante también que el sitio elegido nos permita abandonarlo rápidamente en caso de que sea menester hacerlo con urgencia.
Otra de las cuestiones a evaluar es el fondo, teniendo en cuenta que los fondos “blandos” (arena, arcilla, lodo) son buenos tenederos. De ser posible hacerlo, deben evitarse los fondos con algas o los duros (piedras).
La maniobra
La maniobra de fondeo es en realidad muy sencilla y consiste en aproximarse lentamente al lugar elegido y colocarse proa al viento. Cabe aclarar que, en este punto, toda la maniobra estará lista para ser ejecutada: el ancla a la “pendura” (colgando levemente del rodillo de proa), la línea preparada y adujada sobre la cubierta, y el chicote o extremo hecho firme en la cornamusa. Acto seguido y a la orden de “fondo”, se soltará el ancla hasta que toque fondo. Se procederá entonces a filar lentamente la cadena a medida que el ancla “llame”, mientras que la embarcación se desplaza lentamente hacia atrás, acomodándose al sentido del viento o de la corriente. No debe largarse gran cantidad de cabo o cadena de golpe, ya que de este modo se amontonaría en un solo lugar con el riesgo de enredarse y de no trabajar correctamente.
Una vez largada la cantidad de línea elegida, según lo visto en el apartado anterior, se soltará lo que queda de línea, si se tuvo la precaución de hacer firme el extremo en la cornamusa de proa. Sólo restará a continuación comprobar que la maniobra haya sido realizada con éxito, permaneciendo un tiempo en observación y corroborando que el ancla no “garree”. Es muy útil a tal fin tomar referencias de puntos de la costa u otras embarcaciones.
Una práctica que resulta de suma utilidad es la de colocar un boyarín unido al ancla por medio de un “orinque”.
Esto no solo nos permitirá que el ancla quede perfectamente señalizada (tanto para nosotros como para otras embarcaciones que fondeen en el lugar), sino que además nos posibilita una ayuda extra en caso de que se dificulte la maniobra para desenterrarla, ya que se puede tirar del cabo en forma “vertical”. Para esto último es preciso que el orinque se haga firme sobre la cruz del ancla y no sobre el arganeo. Algunas anclas ya vienen con un orificio practicado a tal efecto.
En algunos casos, cuando se requiere mayor seguridad en el fondeo o cuando se debe aguantar el mal tiempo, pueden utilizarse dos anclas en lugar de una. Un ejemplo de esto es el fondeo “a barbas de gato”. En este caso se trata de fondear primero una de las anclas y después la segunda, de forma tal que las líneas de fondeo formen un determinado ángulo entre sí.
Si lo que se pretende con esta técnica es detener al barco en una situación de temporal, lo conveniente es que el ángulo formado entre las dos líneas de fondeo no supere los 10º. Si en cambio la intención es reducir el círculo de borneo, el ángulo deberá ser lo más abierto posible (superior a 90º).
En lugares donde el “borneo” no nos es permitido (lugares estrechos, canales, etc.), se puede fondear por proa y por popa.
La técnica a emplear consistirá en largar un ancla por proa y retroceder el “doble” de distancia a la que quedará definitivamente el barco. En este punto se larga la segunda ancla y se avanza en el sentido de la primera, hasta quedar ubicados en el centro y alineados con ambas. De no contar con espacio suficiente para maniobrar con el barco, puede utilizarse el bote auxiliar a fin de trasladar la segunda ancla hasta el lugar elegido. Debe tenerse en cuenta que, como el borneo no es posible con este tipo de maniobra, el barco ya no presentará su proa al viento por lo que puede quedar atravesado a las olas. Esto último (en caso de que el oleaje se incremente) puede provocar el garreo de alguna de las anclas, además de resultar sumamente incómoda la estadía.
Otro método a considerar para fondear con mal tiempo es el de largar dos anclas “engalgadas”. Lo que se hace aquí es agregar un segundo ancla con su correspondiente línea unida al primer ancla sobre su “cruz”. Dicha línea debe tener una longitud ligeramente superior a la profundidad del lugar. Esto se hace para evitar tener que levar dos anclas al mismo tiempo. Este sistema brindará una gran sujeción al suelo, ya que el segundo ancla sostendrá al primero evitando que este garree.
Continua en: Curso de timonel: Amarrar el barco (clase 20).
Darío G. Fernández
Director del ISNDF
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