Viene de: Curso de Timonel – Los aparejos (clase 4)
Se conoce como “vela” a una pieza de tela sujeta a un palo, que debidamente colocada y orientada, sirve para propulsar una embarcación utilizando el viento. Las velas fueron evolucionando con el tiempo hasta llegar a la actual vela “Marconi”, utilizada en el moderno aparejo “Sloop” visto con anterioridad. (Fig. 15)
Partes de la vela
- Pujamen: Borde inferior de una vela, que va del puño de amura al de escota.
- Gratil: Borde delantero de una vela, que va del puño de amura al de driza.
- Baluma: Borde trasero de una vela, que va del puño de driza al de escota.
- Puño de driza: Puño superior de la vela, donde se afirma la driza.
- Puño de escota: Puño en el que va sujeta la escota.
- Puño de amura: Puño en el que va “amurada” la parte fija de la vela.
- Sables o “Battens”: Tiras de madera, plástico o fibra que se insertan en las bolsas practicadas en la vela para sostener la baluma y darle forma.
- Relingas: Cabos cosidos en el borde de algunas velas que sirven para insertarse en las ranuras de palos y botavaras.
- Rizos: Conjunto de orificios practicados en la vela y que, atravesados por cabos, sirven para reducir la superficie vélica.
- Ollaos: Ojal metálico o plástico por donde se pasan los cabos en la velas.
Fabricación de las velas
Si bien no necesita conocer en profundidad la tecnología de fabricación de las velas, es importante que tenga algunas nociones a fin de poder decidir, llegado el momento de comprar una, cual se adapta mejor a sus necesidades. No es lo mismo comprar una vela para un barco con el que acostumbra pasear los fines de semana, que comprar una para correr una regata.
Los materiales más utilizados en la fabricación de velas son el Dacron, Mylar, Kevlar, Carbono, etc., siendo el primero el preferido para las embarcaciones de “crucero” por su bajo costo y gran durabilidad. Mientras que una vela de Dacron puede durar diez años en buen estado, una de Mylar o Kevlar difícilmente llegue a superar los tres. En embarcaciones destinadas a la alta competencia se prefieren estas últimas, entre otras cosas debido a la tecnología de avanzada que se utiliza para su fabricación.
Los fabricantes de velas de calidad tienen en cuenta tres factores fundamentales para lograr la “forma” correcta:
- La curva en el gratil.
- El pinzado de los paños que la forman.
- El estiramiento de las telas.
Es muy importante para que una vela tenga buena performance que su “profundidad” sea la adecuada. Esto se lograba al principio construyéndolas con determinada curva en el gratil (una vela con el gratil curvo envergada en un mástil derecho se “pancea” adquiriendo profundidad) (Fig. 17).
Este método no es aceptado hoy en día ya que la vela no tiene forma propia y depende exclusivamente de la curvatura del palo. Los fabricantes utilizan en la actualidad el método del pinzado de los paños, que consiste en coser el borde plano de un paño con el borde curvo del que le sigue. Si bien éste método es algo dificultoso, se logran velas con forma propia y óptimos resultados. Existe una nueva tecnología con la que se construyen velas de una sola pieza, a las que se les da la forma adecuada por un proceso similar al termomoldeado. Para ello se utiliza una especie de molde gigante, comandado por una computadora que “moldea” la tela en función de las medidas requeridas por el barco en cuestión. Por supuesto que una vela fabricada con esta tecnología tiene un costo sumamente elevado y solo se justifica en barcos de alta competición.
El último elemento a tener en cuenta es la tela a utilizar, ya que se hace imprescindible que se estire lo menos posible y sobre todo cuando trabajan con vientos superiores a los 15 nudos. Si bien es relativamente sencillo hacer una tela que no se estire, es complicado hacerla liviana a la vez. Para lograrlo se utiliza la técnica de “entramar” hebras de kevlar, mylar, carbono, etc., para luego recubrir dicho entramado con una capa muy delgada de mylar por ambas caras. Así se obtiene una tela relativamente liviana con excelente resistencia al estiramiento.
Clasificación de las velas
Una embarcación equipada convenientemente debe contar con una cantidad de velas suficientes como para poder navegar bajo cualquier condición climática. Esto significa tener la capacidad de disminuir o aumentar la superficie vélica según la intensidad de los vientos reinantes. Para ello, en el caso de la vela mayor, se cuenta con una sencilla maniobra (toma de rizos) por medio de la cual se puede achicar convenientemente la misma. La mayoría de las velas mayores cuenta con dos o tres “manos de rizos” .
En el caso de las velas de proa no se cuenta con éste método, por lo que es preciso reemplazar dichas velas por otras de mayor o menor tamaño, según las circunstancias. En el esquema de la página anterior pueden apreciarse las distintas velas que se utilizan en proa. Estas se clasifican según su tamaño de mayor a menor en:
- Genoa 1
- Genoa 2
- Genoa 3
- Foque
- Tormentín
En los veleros modernos suele utilizarse un sistema “enrollador”, por medio del cual se disminuye o aumenta el tamaño de la vela proel sin necesidad de reemplazarla. Si bien este sistema es desechado para las embarcaciones de competición, es de extrema comodidad en los veleros de crucero. Existe además una vela adicional, el “spinnaker”, ideal para navegar solamente con vientos portantes, por su gran superficie y escaso peso. Una variante del spinnaker clásico es el asimétrico, que permite la navegación inclusive con vientos laterales (través), aunque no brinda el mismo rendimiento si los vientos son francos. En ambos casos, se requiere de maniobras especiales para su utilización, tema que se tratará en el capítulo siguiente.
Diferentes combinaciones
Veamos ahora algunas de las combinaciones más comunes entre aparejos y velas:
En el tradicional aparejo Sloop (fig. 19), se cuenta con una una vela Mayor y una Genoa como vela de proa. En este caso las velas son de tipo Marconi.
El aparejo de la figura 20 cuenta con dos velas en proa en lugar de una, convirtiéndolo en un Cutter. Aquí se ha reemplazado a la Genoa por una Trinquetilla y un Yankee, velas características en este tipo de aparejo.
El aparejo Queche lleva un palo adicional o de Mesana (cuya vela recibe el mismo nombre), que en el caso de la figura 21 enverga una Marconi. Es muy frecuente además que este aparejo cuente con una proa tipo Cutter, en tal caso la Genoa se vería reemplazada por Yankee y Trinquetilla.
La Goleta, a diferencia del Queche o del Yol, porta su palo mayor a popa, mientras que a proa trae aparejado el trinquete. La vela que enverga este último recibe el nombre de “Trinqueta”. En el barco de la figura 22, dicha trinqueta es del tipo “cangreja” aunque bien podría ser una Marconi. Por encima de esta última puede apreciarse a la clásica “escandalosa”.
Se han descripto hasta aquí solo algunos de los aparejos de uso más frecuente. De más está decir que existe una gran cantidad de ellos, los que han ido evolucionando desde tiempos remotos hasta nuestros días.
Continua en: Curso de Timonel – Principio de funcionamiento del velero (clase 6).
Darío G. Fernández
Director del ISNDF
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