Viene de: Control de averías (clase 21).
En alguna de las situaciones anteriores, tal vez sea preciso que la embarcación que sufrió la avería sea remolcada hasta un puerto próximo. La maniobra de remolque, sobre todo con oleaje, no es tan sencilla como parece y deben tenerse en cuenta algunas cuestiones importantes para evitar daños mayores. Es preciso destacar que la legislación vigente en la materia permite al remolcador cobrar por sus servicios, por lo que sería prudente aclarar dichas cuestiones de antemano.
Las dos formas más usuales de llevar a cabo un remolque en embarcaciones deportivas son: remolque por largo y remolque abarloado.
Remolque por largo
Este método se utiliza cuando es preciso remolcar una embarcación en un trayecto prolongado a mar abierto. La razón fundamental es que, de este modo, se evita que las bandas de ambos barcos se dañen entre sí a causa del oleaje. Debido a que el barco remolcado “retiene” la popa del remolcador, este último pierde maniobrabilidad. Es por esta razón que se hace inconveniente contar con dicho método cuando se necesita maniobrar en espacios pequeños.
El barco que remolca será el encargado de suministrar el cabo al barco remolcado, ya que de este modo la tarea se hace más sencilla. Deberá utilizarse un cabo sumamente resistente, puesto que se verá expuesto a violentos tirones. El mismo, además, tendrá que ser lo más largo posible (3 a 4 esloras como mínimo), a fin de evitar que el barco remolcado pueda golpear contra la popa del remolcador. Cuanto más largo sea el cabo, menos bruscos serán los tirones ya que tendrá mayor flexibilidad. Para disminuir la violencia de los tirones también puede colocarse un neumático en el medio del cabo de remolque o bien puede ubicarse algún tipo de lastre en el centro.
Otra manera de evitar los tirones consiste en hacer que, tanto el remolcador como el remolcado, maniobren correctamente intentando que el cabo se mantenga tenso permanentemente. Incluso es conveniente que la longitud de dicho cabo sea igual al período de la ola, de este modo ambas embarcaciones se encontrarán simultáneamente en la cresta o en el seno. El barco que está siendo remolcado deberá seguir en todo momento la estela del remolcador, evitando así adelantarse al cortar por el trayecto más corto. De este modo se impedirá que el cabo se afloje y se tense violentamente.
Remolque abarloado
Se utiliza este tipo de remolque cuando es necesario trasladar una embarcación en el interior de un puerto o en aguas tranquilas y cuando además es preciso maniobrar en lugares pequeños. En este caso el barco remolcado (el de la izquierda en la figura) nada tendrá que hacer, salvo permanecer con el timón “a la vía”. Es imprescindible interponer defensas entre las bandas de ambos barcos para evitar que estas se dañen.
Continua en: Incendios (clase 23).
Darío G. Fernández
Director del ISNDF
Si desea realizar el curso de conductor náutico completo en nuestro instituto, puede contactarse con nosotros a través de nuestro teléfono Cel. (011) 15 5644-2888, o bien vía mail a secretaria@isndf.com.ar
Aprenda a navegar con nosotros, lo llevaremos a buen puerto!