Este punto es fundamental a la hora de decidirse por un curso de navegación, ya que una escuela habilitada además de estar facultada para impartir los cursos también está habilitada para tomar los exámenes correspondientes. Si usted cursa en una escuela no habilitada, al finalizar su curso tendrá que solicitar un turno en algún destacamento de la Prefectura, y luego de que le sea otorgado deberá ir a rendir tanto teóricos como prácticos en las fechas y horarios que le sean asignadas. En el mejor de los casos y siendo optimistas, la escuela podrá acompañar a rendir a todos sus alumnos juntos. Pero esto igualmente tiene dos desventajas: la primera es la extensa demora desde que finaliza el curso hasta la toma de los exámenes correspondientes, y la segunda desventaja es que la persona examinadora no es la misma que dictó el curso, pudiendo traer inconvenientes de terminología y de comprensión por parte de ambos, redundando en una desaprobación del mismo, siendo esta una experiencia realmente frustrante.