Viene de: Maniobra con embarcaciones de motor (clase 11).
El movimiento de la popa
Lo primero que deben saber aquellos que se inician en la conducción de embarcaciones a motor, es que en nada se parece a la conducción de automóviles, fundamentalmente en dos aspectos. El primero es que una embarcación no tiene freno y, para detener su marcha, es preciso dar reversa. En este punto hay que hacer incapié en que, previo a la detención, debería navegarse a “mínima velocidad de gobierno”. La mínima velocidad de gobierno es la mínima velocidad a la que puede conducirse sin perder timón. Habitualmente esta velocidad se adquiere con el comando casi en la posición vertical. Es decir, en cuanto sale del neutral y la caja reductora acopla la hélice, pero con el motor girando a mínimas revoluciones. Si se pretende detener una embarcación que viene a alta velocidad dando reversa, probablemente se terminará dañando el reductor o la transmisión.
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